jueves, 16 de octubre de 2008

Monologo Interno!

El monólogo interior en Literatura.
El monólogo interior (también conocido como flujo de conciencia) es la que trata de reproducir todos los términos imprescindibles de la vida cotidiana mediante sueños, ideas alocadas, sueños curiosos, etc. Todos aquellos mecanismos de pensamiento plasmados en texto, al igual que la asociación de imagenes ideadas en las emociones, mismas que son plasmadas. Esta técnica esta asociada comúnmente con el modernismo anglosajón, romanticismo y vanguardia.
Una de las obras más famosas en las que se utiliza esta técnica es Ulises de James Joyce. En Mrs. Dalloway Virginia Woolf utiliza el monólogo interior con muchos de sus personajes, lo que permite seguir la narración desde la conciencia de diferentes personajes.
Se caracteriza principalmente por la fusión del mundo real y el mundo interior, imaginado por alguno de los protagonistas. Con frecuencia, en este tipo de literatura, resulta complicado de descifrar lo que ocurre. Normalmente, los escritores utilizan largas oraciones que se mueven de un pensamiento hacia otro. En algunas ocasiones, evitan utilizar signos de puntuación para no romper el flujo de ideas, ya que en algunos casos, los escritores tienen un remolino de ideas que dura tan solo unos instantes. También es característica una sintaxis menos desarrollada, omisión de verbos u otros elementos conectores y cambios radicales del foco del pensamiento, interrupciones repentinas o repeticiones dubitativas. Asimismo, es frecuente el uso del estilo libre indirecto (Es decir, la inclusión de pensamientos del personaje en el relato del narrador).
En los monólogos interiores, los escritores tratan de expresar sentimientos ocultos o deseos reprimidos que no pueden expresar con palabras o acciones. Son "mundos diferentes en el interior de las personas", que en la mayoría de las veces, ocultan fantasías y pensamientos que nunca podrán ser realizados. En sus escritos (los escritores) reflejan su mundo ideal y sus deseos (hechos realidad o frustrados). Esto permitió a varios escritores, durante el modernismo, explorar los diferentes mundos que constituyen la esfera privada (el interior de uno mismo, sus deseos o ideales) con la esfera pública (lo que se muestra al exterior), tema que, sobre todo al modernismo británico interesaba como reacción ante la era victoriana.
No debe confundirse con el monodiálogo pues éste está completamente ordenado.

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